sábado, 20 de junio de 2009
Desde allì
Desde los ríos sonámbulos
escucho al infierno agónico jadear
como un gran eco ronco,
y me aturdo.
Un cielo vacío de estrellas
lo envuelve
y yo sigo al filo de este silencio sordo
amoratado.
Suspendida,
sin instante en que aferrarme
busco una luna inconsciente
en este descampado de afectos .
Sordos afectos
Pálidos
Tristes afectos.
El infierno grita su última hora
en la penúltima gota de rocío.
Y sigue ronco
y atropella sílabas
en su garganta lastimada
y yo escucho su desvarío .
En silencio
me acurruco en el umbral de mi alma
y espero una señal.
Es tiempo de caricias
este domingo de junio.
Federico me presta sus lunas
y me acompañan
hasta los márgenes de mis nuevos días .
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